Una genialidad. Creo que tendría que cambiar el título del Blog y llamarlo "Oído Crónico". El improperio o, en criollo, puteada, salió de la boca de un compañero de trabajo para reflejar en una "metáfora" el empate de River contra Gimnasia de Jujuy.
Me acuerdo ahora de Fontanarrosa en pleno Congreso de la Lengua defendiendo el uso de las malas palabras. Y cuánta razón tenía. No sé si al punto de ganarse el título de "buenas palabras", pero sí, por lo menos, el de "simpáticas".
jueves, 23 de agosto de 2007
Cuando un amigo se va...
Dicen que los mejores amigos se conocen en la infancia. Sin embargo, a veces los caminos de la vida nos deparan con personas especiales. Este es el caso de Norita. Una amiga que, como tal, compartió conmigo los sabores dulces y amargos de la vida. El tiempo pasado señala una futura e inevitable distancia física que, obviamente, será compensada con la calidez del corazón. Escucha incondicional de mis vivencias, le deseo la mejor de las suertes y, qué mejor que utilizar mi primer post para decírselo.
Bienvenido/Bem-vindo/Welcome!!!
Acabo de crear mi propio blog hace poco más de unos minutos. ¿La intención? Compartir reflexiones, ideas y curiosidades que se gestan en la mente y el alma. Para evitar que el tiempo las olvide, es que decidí crear este espacio.
Espero les guste o, al menos, les mueva algunos de los tantos músculos de la cara, ya sea por concidencia, sorpresa o desacuerdo.
Ah! Me olvidaba ¿Por qué Ojo Crónico? Porque por mi condición de escribiente, considero a la crónica como una manera de contar una parte de la historia que compartimos. Y en la mirada está una de las herramientas más ricas para el relato. Hacer un buen uso de ella para algunos puede ser un arte, para mí, es una vocación.
Los invito y, me invito, a descubrirme. Buen viaje!
Espero les guste o, al menos, les mueva algunos de los tantos músculos de la cara, ya sea por concidencia, sorpresa o desacuerdo.
Ah! Me olvidaba ¿Por qué Ojo Crónico? Porque por mi condición de escribiente, considero a la crónica como una manera de contar una parte de la historia que compartimos. Y en la mirada está una de las herramientas más ricas para el relato. Hacer un buen uso de ella para algunos puede ser un arte, para mí, es una vocación.
Los invito y, me invito, a descubrirme. Buen viaje!
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